Saber cuál es tu signo zodiacal o adivinar tu futuro, han sido unas de las cosas más populares que están llamado la tensión de muchas personas, ya que en los diarios de los periódicos o en la propia internet te han mostrado de que como eres, o como será tu futuro próspero o como es tu actitud dependiente el día de la fecha de tu cumpleaños lo adivinan. Esto a decir verdad han colocado a la personas en creer y consultar con un horóscopo en lo que muestran y dicen a respecto de tu vida y futuro llevándola a la propia realidad y cualidad
- ¿Pero está bien en creer en esto?
Muchas de las personas lo toman como que normal, pero lo que no saben es que estas cosas, hacen ofender a Dios y violar sus mandamientos de la ley y las enseñanzas de la madre Iglesia; porque en primer lugar los símbolos de los zodiacos, son venido de hace muchos tiempos en la antigua babilonia, donde los astrónomos estudiaban las estrellas y los planetas para poder así saber y adivinar, cuando serían los momentos de las cosechas, la guerra, los tiempos climáticos hasta el propio calendario. Esto llevo en que cada una de las formaciones de las estrellas y constelaciones, los astrónomos pudieran indicar y orientar por un nombre a cada una de ellas para así identificarla por sus predicciones. Cada uno de los nombres de estas constelaciones se lo dieron por sus formas y parentesco a las cosas de la tierra, llamándola así como lo conocemos los nombres actuales de los signos zodiacales.
Pero en la teología antigua babilónica, ellos creían que de esas formaciones de las constelaciones y predicciones eran orientadas por sus dioses, a los cuales son por ende de sus nombres, ellos lo llamaban los guardianes de los cielos. Pero con esto hay que tener en claro que si somos cristianos católicos, y creamos que Jesucristo es el único Dios mismo y verdadero, no le podemos ofender y faltarle al respecto en confiar en algo que lo aborrece que en este caso seria los horóscopos y los signo zodiacales, en primer lugar en creer y confiar en estas cosas, es en poner confianza y creer en falsos dioses babilónicos; en donde Dios lo destruyo por su ira y gran poder de Señor Dios y señorío
<< El Señor hizo triunfar nuestro derecho. Vengan, vamos a contar en Sión lo que ha hecho el Señor nuestro Dios. El Señor quiere destruir Babilonia, y ha despertado en los reyes de Media ese mismo sentimiento .Ésa es la venganza del Señor por lo que hicieron con su templo. ¡Preparen las flechas! ¡Sujeten los escudos! ¡Den la señal de atacar los muros de Babilonia!¡Refuercen la guardia!¡Pongan centinelas! ¡Tiendan emboscadas! Porque el Señor preparó y llevó a cabo los planes que había anunciado contra los habitantes de Babilonia.>>
Jeremias 51, 10-12
También podemos ver en los mandatos de Dios que le dio como ley a Moisés al pueblo de Israel << Yo soy Yahveh, tu Dios el que te saco de Egipto, país de la esclavitud. No tendrás otros dioses fuera de mí. No te harás estatua ni imagen alguna de lo que hay arriba, en el cielo, abajo, en la tierra, y en las aguas debajo de la tierra. No te postres ante esos dioses, ni les sirvas, porque yo, Yahveh, tu Dios, soy un Dios celoso. >> Éxodo 20, 2-5. Con esto podemos demostrar que para Dios toda estas cosas les ofenden y por ende fue destruida la ciudad de Babilonia por gran idolatría y paganismo a falsos dioses que en dar a culto al Dios verdadero, pero la madre Iglesia, nos enseñan que toda estas cosas son malas y aborrecidas, y si queremos alcanzar la salvación eterna tenemos que renunciar a todas estas cosas que nos ofrece el mundo y si pones estas cosas en tu vida y la confías y les cree. Por eso te traigo este cita.
Catecismo de la Iglesia Católica en el numeral 2116 – 2117
Todas las formas de adivinación deben rechazarse: el recurso a Satán o a los demonios, la evocación de los muertos, y otras prácticas que equivocadamente se supone “desvelan” el porvenir (cf Dt 18, 10; Jr 29, 8). La consulta de horóscopos, la astrología, la quiromancia, la interpretación de presagios y de suertes, los fenómenos de visión, el recurso a “mediums” encierran una voluntad de poder sobre el tiempo, la historia y, finalmente, los hombres, a la vez que un deseo de granjearse la protección de poderes ocultos. Están en contradicción con el honor y el respeto, mezclados de temor amoroso, que debemos solamente a Dios.
Todas las prácticas de magia o de hechicería mediante las que se pretende domesticar potencias ocultas para ponerlas a su servicio y obtener un poder sobrenatural sobre el prójimo —aunque sea para procurar la salud—, son gravemente contrarias a la virtud de la religión. Estas prácticas son más condenables aún cuando van acompañadas de una intención de dañar a otro, recurran o no a la intervención de los demonios. Llevar amuletos es también reprensible. El espiritismo implica con frecuencia prácticas adivinatorias o mágicas. Por eso la Iglesia advierte a los fieles que se guarden de él. El recurso a las medicinas llamadas tradicionales no legítima ni la invocación de las potencias malignas, ni la explotación de la credulidad del prójimo.
Comments